El equipo de gobierno trabaja en la adjudicación conjunta de dos parques infantiles
El equipo de gobierno de Barakaldo está trabajando en la adjudicación conjunta de dos zonas infantiles en el municipio. Lutxana, en La Orconera, y la zona de Landabeko, entre Arteagabeitia y BEC, formaría el nuevo contrato, con el que el EAJ-PNV busca una respuesta global a las necesidades de las familias barakaldesas, así como un coste y unas condiciones más ventajosas para las arcas municipales.
El parque de Landabeko necesitaba una reforma urgente debido al deterioro de los columpios que se encontraban en la zona. El anterior equipo de gobierno socialista procedió a la retirada de las instalaciones infantiles a finales de 2014. Desde ese momento, la contratación se mantuvo paraliza hasta marzo.
A su llegada a la Alcaldía, el equipo de Amaia del Campo descubrió que los pliegos para la construcción del parque de Landabeko y el de la zona de La Orconera en Lutxana se encontraban en el departamento de Contratación, pero pendiente de tramitación y su posterior fiscalización. Según los técnicos municipales, de haber adjudicado ambas obras de manera separada, el equipo de gobierno estaría incurriendo en el fraccionamiento del objeto de contrato, es decir, separar la tramitación de dos contratos con un mismo fin.
Para evitar un contrato en situación irregular, práctica habitual del anterior equipo de gobierno socialista, se ha optado por sacar a licitación un único contrato, de un importe mayor, que abarque todas las operaciones previstas en próximas fechas en cuanto a parques infantiles. De esta manera, no solo se ofrece una solución global a todas las zonas previstas, sino que además, se genera un ahorro económico para el Ayuntamiento.
Del mismo modo, el actual equipo de gobierno ha pedido al PSE que abandone la demagogia y cese en su empeño de confundir a las y los barakaldeses con promesas que realizó en época de precampaña electoral, y que, en muchos casos, no llegó a materializar. Ejemplo de ello es el anunciado arreglo de la carretera al Argalario, un proyecto cuya licitación ni si quiera llegó a tramitar, a pesar de intentar trasmitir la idea contraria a los vecinos y vecinas.
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